La identidad… Papel de la
escuela
Según la RAE la palabra
“escuela” deriva del latín schola, y este del griego σχολή scholḗ; propiamente
'ocio', literalmente 'tiempo libre'. Sin embargo de “tiempo libre” no tienen
nada, en la actualidad es la base del proceso educativo, destinado a la construcción
de la identidad y posee una necesidad de institucionalizarla desde el Estado.
Argumentemos estas premisas (RAE, 2003).
La escuela es un espacio de
interacción, construcción y desarrollo de potencialidades necesarias para la
comprensión del mundo y sus posibles transformaciones, pero, ¿cómo se produce
dicho espacio? Mediante intercambios humanos (interacción social) intencionados
al aprendizaje, al desarrollo de competencias cognitivas, socio-afectivas,
comunicativas, etc. Y a la construcción de las identidades de los sujetos como
individuos.
Las escuelas se caracterizan
por ser un espacio de interacción, construcción y desarrollo de potencialidades
para la comprensión del mundo, pero sobre todo es un escenario de formación y
de socialización para los individuos (Echavarría, 2003).
Durkheim refiere a la
socialización como un proceso de construcción de la identidad individual y a la
organización de una sociedad, se refiere a los diversos modos de pensamientos
que construyen la cohesión social. Dicho proceso comienza en la familia, las
escuelas lo motivan siendo un lugar propicio para la inclusión y el
reconocimiento de lo individual vinculando a los sujetos en las redes de
sentidos sociales y ayudando a su implicación en la construcción de nuevos
patrones culturales; así el sujetos se vuelve responsable de la conservación o
transformación de la sociedad que los ha acogido.
La construcción de la
identidad es un proceso a través del cual los individuos se hacen únicos,
negociando sus diferencias con otros y construyendo marcos comunes que les
permiten cohabitar, dando significado a su existencia. Además de configurar
formas legitimas de convivir y organizar el mundo permitiendo vivir las
diferencias y el reconocimiento mutuo. De esta forma la identidad es individual
pero también colectiva (Echavarría, 2003).
El sujeto tiene conciencia
de sí y por tanto tiene actitudes que le permiten confrontar su espacio vital y
reorientándolo hacia el entendimiento a favor del colectivo; fomentando la
equidad, la inclusión y el reconocimiento de los otros. Las características de
un buen ciudadano; he ahí la importancia de que este instituida por el estado
(Echavarría, 2003).
Las escuelas están
comprometidas a entrega a la sociedad
individuos profesionalmente competentes, respetuosos de los valores y
tradiciones, autónomos, con la capacidad de legitimizar el orden con criterios
éticos, políticos y morales… Que en pocas palabras “resulten funcionales a la
sociedad para su progreso”.
A modo de reflexión
compartimos las siguientes líneas.
La escuela es un sitio de
formación y socialización; forma mediante la transmisión de conocimientos
socialmente aceptados y socializa permitiendo inter-actuar con otros individuos.
Si el Estado y la cultura vigente gobiernan las normas de interacción, ayudan a la integración de los alumnos al contexto social vigente, a su desarrollo histórico como
persona y como miembro de una sociedad.
Referencias:
Echavarría, C. (2003). Documento. La escuela un escenario de formación y socialización para la
construcción de identidad mora, en: Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, Julio – Diciembre,
Vol. 1, No 002, Universidad de Manizales, Colombia 2003.
Diccionario de la Real
Academia de la lengua Española, (2003).
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